Ayer conseguí ordenar los Tupper de nuevo. Cada vez que hay que recoger toda la vajilla de la escurridora los nervios se ponen a flor de piel, ya que guardarlos todos de forma ordenada no es tarea cómoda.
Ahora los Tupper están guardados de forma que la tapa está en un cajón de Ikea y los recipientes metidos uno dentro del otro al estilo Matriuskas. Los demás cachibaches de cocina: bols, pequeños platos ovalados, etc. están dispuestos de más a menos accesibles en función del uso.
Queda claro que ordenar no es tan solo disponer los trastos por grupos, sino:
- disponerlos para que ocupen menos espacio, obteniendo más espacio
- sean más accesibles
- que sea fácil no perder el orden dispuesto, al meter o sacar trastos de su ubicación
Ejemplo de orden, en el MOMA de Nueva York
Durante el momento de ordenar deberemos deshacernos de cosas que no se utilizan o bien meterlas en otros lugares donde el acceso es dificultoso. Allí los tendremos durante años hasta que nos mudemos o decidamos sacarles el polvo y volverlos a meter, para ver si caben aún más trastos.
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